Carlos Alfonso Velásquez es un colombiano fiel a su país, pero sobre todo, a la verdad. A los 16 años supo que quería servirle a la tierra que lo vio nacer, por eso ingresó a la Escuela Militar de Cadetes y empezó su formación hasta llegar a los cargos superiores del Ejército. Fue comandante del Bloque de Búsqueda contra el Cartel de Cali y mientras ocupó ese cargo, Velásquez descubrió la información documental que dio inicio a una investigación penal radicada con el número 8.000, la cual, más adelante, permitió descubrir las campañas electorales que había financiado esta mafia, entre ellas, la del expresidente Ernesto Samper. 

Velásquez también lideró varios logros que fueron claves para desmantelar dicha organización, la cual se encargó de poner en peligro su vida para callarlo y destruir su moral. A pesar de los sobornos y las trampas, Velásquez siempre demostró que la verdad era mucho más importante que su propia vida e incluso, la integridad de su familia. Por esa razón, fue sincero con su esposa, con sus superiores y con el país, pues para él era más importante que Colombia supiera la verdad sobre la conspiración corrupta que ejercía el Cartel de Cali en prácticamente todos los estamentos sociales.

Como Segundo Comandante de la Brigada 17 en Urabá, denunció al Brigadier General Rito Alejo del Rio por su conducta sospechosa con los paramilitares de la región. Como siempre, Velásquez estuvo del lado de la verdad, pero lastimosamente el mando militar de la época no le creyó y optó por acabar con su carrera militar. Sin embargo, pocos años después el general al cual Velásquez denunció fue condenado por la justicia ordinaria a 26 años de cárcel por haber facilitado el asesinato de Marino López, un líder chocoano que pese a tener medidas cautelares de CIDH, los paramilitares “aliados” con tropas al mando de Del Río le cortaron la cabeza durante la operación Génesis. Hoy día el general Del Río es compareciente ante la JEP.

Al dejar en el pasado su vida militar, el coronel en retiro se dedicó a una de sus más grandes pasiones: enseñar. Se graduó como Magister en estudios políticos de la Universidad Javeriana y hace 21 años ha dictado cátedras como “Seminario de Problemas Colombianos”, “Teoría Política”, “Teoría del Estado y Sistemas Políticos” “Evolución y Perspectivas del Conflicto armado colombiano”, “Política Colombiana Contemporánea” y “Ética Social y Ciudadana” en la Universidad de la Sabana. Sus alumnos siempre lo recuerdan por el olor peculiar que produce su pipa y lo describen como: “el profe coronel”. Durante los últimos dos años cursó una maestría en Socioeconomía en la Universidad Libre Internacional de las Américas (ULIA)

Velásquez, a pesar de dejar el ejército y dedicar la mayor parte de su tiempo a la academia, siempre ha estado inmerso en lo que él denomina “política de verdad”, por eso, cada quince días, los lunes, es posible ver su postura frente a los hechos coyunturales del país en su columna del periódico El Nuevo Siglo, uno de los medios más consultados por los líderes políticos y de opinión. 

Gracias a la disciplina que adquirió mientras fue militar, a los conocimientos que día a día refuerza durante sus clases y al inmenso amor que siente por su país, Carlos Alfonso Velásquez hoy sueña con servirle a los colombianos como Presidente de la República, pues para él, Colombia está pidiendo casi que desesperadamente la “Concordia Nacional” para poder salir de la desgastante polarización en la cual se encuentra inmersa desde hace 20 años, lo cual impide ver el futuro con esperanza y ese sueño está en manos de él: el coronel que sirvió al país como militar, como profesor y que ahora lo desea hacer desde la Casa de Nariño.